Pescadores nacionales sufren pérdidas cuantiosas en sus viveros debido a la tormenta Alberto

Pescadores nacionales sufren pérdidas cuantiosas en sus viveros por tormenta Alberto

La tormenta tropical Alberto ha dejado consecuencias devastadoras para los acuicultores del Lago de Güija. El cierre de compuertas durante la tormenta provocó la estancación del agua, impidiendo su movimiento natural. Esta situación resultó en un aumento de agua sucia proveniente de tres ríos de Guatemala, que contaminó el lago y disminuyó drásticamente los niveles de oxígeno en el agua.

La combinación del agua estancada, la contaminación y el pH alterado por la lluvia creó un ambiente insostenible para los peces. Desafortunadamente, la mayoría de los acuicultores no dispone de los recursos necesarios para instalar Bombas Achicadoras ni aireadores, dispositivos que pueden oxigenar el agua y salvar las cosechas. Solo unos pocos pescadores, aquellos con mayor capacidad económica, pudieron implementar estos dispositivos y rescatar parte de sus cultivos.

La mayoría de los peces ya habían sucumbido a las condiciones adversas, resultando en la pérdida total de las cosechas. Esta situación ha dejado a los acuicultores en una crisis profunda, ya que meses de trabajo arduo y inversión se han perdido en cuestión de días.

Los efectos económicos y sociales de esta tragedia son significativos. Las familias que dependen de la acuicultura para su sustento enfrentan ahora una incertidumbre alarmante. La comunidad, que se apoya en la pesca y la acuicultura como principal fuente de ingresos, deberá buscar maneras de recuperarse y prevenir futuras pérdidas ante fenómenos climáticos similares.

Se están evaluando las medidas a tomar para evitar que esta situación se repita. Esta crisis subraya la necesidad de una mayor preparación y apoyo para las comunidades acuícolas ante eventos climáticos extremos, así como la importancia de políticas ambientales que mitiguen el impacto de la contaminación en los cuerpos de agua.