La importancia de la pesca y acuicultura según la FAO
Las deficiencias sociales en los trabajadores dedicados a la pesca y acuicultura, que no cuentan con el amparo de los sistemas de protección social.
La pesca artesanal y la acuicultura de pequeña escala son pilares fundamentales de la producción de alimentos a escala global y de forma creciente en América Latina y el Caribe, donde contribuyen con hasta el 85 % de los pescados y mariscos que se consumen en los diversos países.
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Estos subsectores emplean regionalmente a más de 2 millones de pescadores y a más de 250,000 acuicultores, muchos de ellos indígenas. Además de que en los eslabones post-cosecha (procesamiento y consumo) dichos empleos están ocupados hasta en un 90 % por mujeres.
No obstante su relevancia socio-económica, muchos de los trabajadores de estos subsectores viven en pobreza y no cuentan con el amparo de los sistemas nacionales de protección social. Todos los días, nuestros pescadores salen a pescar sin saber si regresarán, en virtud de los riesgos que esta actividad representa.
En 2017, en respuesta a gestiones de países de América Central a través del Comité de Pesca de la FAO, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró a 2022 como el Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales (AIPAA), con el objeto de reconocer y visibilizar la importancia alimentaria y social de estos subsectores. Se estableció un Comité Directivo Internacional presidido por el Gobierno de Perú y se acordó un plan de acción con siete pilares: sostenibilidad social, sostenibilidad ambiental, sostenibilidad económica, gobernanza, seguridad alimentaria, igualdad y equidad de género y resiliencia.
En América Latina y el Caribe se han constituido tres Comités Subregionales: América del Sur, el Caribe y Mesoamérica. Este último lo integran las autoridades de pesca y acuicultura de los países de Centroamérica representados por el Organismo del Sector Pesquero y Acuícola del Istmo Centroamericano (OSPESCA); así como la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca de México y diversas organizaciones de pescadores artesanales y de acuicultores de pequeña escala, quienes construyeron un plan de trabajo que atiende prioridades establecidas por los productores.
Así, en virtud de la precariedad de las condiciones de vida de estos proveedores de alimentos, durante el AIPAA se promoverá la inclusión de los pescadores artesanales y de los acuicultores de pequeña escala en los sistemas nacionales de protección social. Asimismo, con el objeto de abrirles nuevas ventanas de oportunidad para acceder a innovaciones tecnológicas, mejores prácticas de pesca y cultivo; así como acceso a mejores mercados y el fortalecimiento de su resiliencia al cambio climático, se organizará durante 2022 el primer Congreso Mesoamericano de Pesca Artesanal y Acuicultura de Pequeña Escala.
De igual forma, se fortalecerá el intercambio de experiencias y conocimientos de los acuicultores de pequeña escala, impulsando la creación de la primera Asociación Mesoamericana de Acuicultores de Pequeña Escala.
Sin duda son muchas las barreras y dificultades que enfrentan los pescadores y los acuicultores de Mesoamérica en un contexto de pandemia, contracción económica y exacerbación de los efectos negativos del cambio climático; sin embargo, con el oportuno apoyo de los gobiernos y una mejor comprensión social de los riesgos y dificultades que enfrentan estos productores para poner muchos de nuestros alimentos en la mesa, será más fácil su recuperación económica, fortalecer su resiliencia y garantizar su sostenibilidad; sobre todo, considerando el importante crecimiento en el consumo de pescados y mariscos que ha experimentado la región, debido a una mayor conciencia de los consumidores sobre los beneficios a la salud de la ingesta de estos alimentos acuáticos.